¿Qué puede haber mejor en esta vida que un jugoso steak, una vista incríble y una cerveza bien helada? Yo diría que pocas cosas se le igualan al placer que entra por los ojos y principalmente ¡por la boca! Tuve la dicha de experimentar todas estas cosas y el escenario fue el restaurante "Keyaki" del hotel New Otani en la ciudad de Makuhari. La vista: la bahía de Tokio, un lugar que de noche se vuelve mágico y que desde las alturas parece sublime y tranquilo.
Les dejo algunas fotos de lo que tuve la oportunidad de ver y saborear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario