Los domingos son definitivamente hechos para salir de la rutina, y qué mejor forma de hacerlo que consintiéndose a uno mismo con un pequeño viaje que te haga olvidarte de todo un rato y disfrutar algo distinto. En esta ocasión mi destino fue Saltillo, Coahuila que sinceramente nunca me había pasado por la mente ir, pero recibí la invitación y me animé. En definitivo quedé gratamente sorprendida ya que es un lugar rico en historia, limpio y que al ver sus plazas y edificios te hace regresar a los tiempos de la revolución. También cuenta con varios museos muy interesantes y restaurantes que hacen que valga la pena la visita por sí mismos, entre ellos está Montero, nueva cocina rústica que se encuentra ubicado en una casa antigua en el centro de la ciudad y cuenta con un concepto muy novedoso e interesante y una comida excelente, altamente recomendable.
Catedral de Saltillo.
Mural en el palacio de gobierno
Pancho Villa con sus revolucionarios en Saltillo.
Shots de sotol en restaurant Montero
Martini blanco con agua de rosas, pepino y menta y Mojito de frutos rojos.
Gorditas de chicharrón.
Lechón al ataúd.
Merengue de nuez con reducción
de balsámico y bayas.
¡La vida es un viaje!
Escrito por: Andrea Lizárraga
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